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lunes, 24 de junio de 2013

De miedoso a valiente

El Espíritu Santo les da tremenda autoridad a aquellos que lo han recibido. Eran las tres de a tarde cuando Pedro y Juan fueron al templo, y
«Hechos 3:2  Y era traído un hombre cojo de nacimiento,  a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa,  para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
Volviéndose al mendigo,
Hechos 3:4  Pedro,  con Juan,  fijando en él los ojos,  le dijo:  Míranos.»
Es maravilloso ve a un hombre completamente entregado al Espíritu Santo. Pedro estaba lleno de un denuedo y poder que  él nunca había conocido,  mientras miraba profundamente en el alma de este pobre hombre – a través de sus ojos.
El mendigo sabía que Pedro y Juan no estaban jugando. El denuedo santo había sido conferido a los apóstoles. Cuando Pedro dijo: «míranos», el hombre inmediatamente:
«Hechos 3:5  Entonces él les estuvo atento,  esperando recibir de ellos algo.»
Entonces Pedro le dijo:
«Hechos 3:6  Mas Pedro dijo:  No tengo plata ni oro,  pero lo que tengo te doy;  en el nombre de Jesucristo de Nazaret,  levántate y anda.
Hechos 3:7  Y tomándole por la mano derecha le levantó;  y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
Hechos 3:8  y saltando,  se puso en pie y anduvo;  y entró con ellos en el templo,  andando,  y saltando,  y alabando a Dios.»
Te puedes imaginar la consternación que hubo en el Templo? El que había sido cojo hizo una entrada poderosa por sí mismo. Ellos lo reconocieron inmediatamente y
«Hechos 3:10  Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo,  la Hermosa;  y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido.»
No una experiencia de ayer
El poder y la autoridad que los apóstoles recibieron comenzó a tocar las vidas a cada paso. Su ministerios fue seguido por
«Hechos 5:12  Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo;  y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.»
¿Y cuál fue el resultado?
«Hechos 5:14  Y los que creían en el Señor aumentaban más,  gran número así de hombres como de mujeres;»
Las señales que siguieron a la venida del Espíritu Santo guie a la gente directamente a Cristo. Esto es un hecho que hay que recordar.
Lo que pasó en el Aposento Alto no fue una experiencia de sólo una vez; tampoco una nota marginal de la historia. Los creyentes llenos del Espíritu establecieron una relación incesante con el Espíritu Santo. Ellos continuaron llenándose. Cuando llamaron a Pedro ante el Sanedrín por la sanidad del cojo,
«Hechos 4:7  y poniéndoles en medio,  les preguntaron:  ¿Con qué potestad,  o en qué nombre,  habéis hecho vosotros esto?
Hechos 4:8  Entonces Pedro,  lleno del Espíritu Santo,  les dijo:  Gobernantes del pueblo,  y ancianos de Israel:»
No en tiempo pasado sino en tiempo presente. La palabra «lleno» se aplica a los apóstoles  en aquel mismo momento.
Vez tras vez en la Escritura, cuando se presentan los seguidores de Cristo como «llenos del Espíritu», se refiere a una llenura nueva, no algo que pasó ayer o el mes pasado.
Pero estaba tan lleno del Espíritu en el templo que tenía autoridad sobre sus críticos. Con mucha firmeza dijo:
«Hechos 4:8  Entonces Pedro,  lleno del Espíritu Santo,  les dijo:  Gobernantes del pueblo,  y ancianos de Israel:
Hechos 4:9  Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo,  de qué manera éste haya sido sanado,
Hechos 4:10  sea notorio a todos vosotros,  y a todo el pueblo de Israel,  que en el nombre de Jesucristo de Nazaret,  a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos,  por él este hombre está en vuestra presencia sano.»
¿Te das cuenta de que el poder del Espíritu puede llenarte de tal manera que no le temas absolutamente a nadie? Es posible establecer tal comunión con Él, que  aun el dirigirse al líder de una nación no causa ningún temor. El Espíritu levanta tu cabeza, cuadra tus hombros, y te infunde una confianza inesperada.
Pedro el valeroso
Pedro estaba enfrentándose a algo más que los sacerdotes del templo. El estaba en realidad en contra del gobierno de Israel. De hecho, la noche antes que le permitieran hablar con los sacerdotes, él y Juan fueron puestos en la cárcel. Pero cuando él habló, las palabras fueron efectivas. El les dijo que el Señor era:
«Hechos 4:11  Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores,  la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.»
Fue  una cita directa del salmo 118:22.
¿Este era el mismo Pedro que, pocas semanas antes en el mismo lugar, ante la misma gente, se había intimidado por las palabras sarcásticas de una muchacha y había negado a su Maestro? Ahora él estaba allí, lleno del Espíritu Santo, totalmente sin temor, desafiando a los asesinos de Jesús.
Ya no era Pedro el tímido. Era Pedro el valeroso. ¡Qué cambio hizo el Espíritu!
Tan grande era esta comunión con el Espíritu Santo, que Pedro directamente retó a Ananías,
«Hechos 5:3  Y dijo Pedro:  Ananías,  ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo,  y sustrajeses del precio de la heredad?»

Las palabras de Pedro y las acciones de Dios eran tan contundentes, que «vino un gran temor sobre todos los que oyeron» (Hechos 5:5) (Tomado del libro "Buenos días Espíritu Santo", de Benny Hinn)
Unas canciones para que tengas un tiempo precioso en su presencia: 

Marcos Brunet - Al que esta sentado en el trono (En Vivo)

sábado, 22 de junio de 2013

No más luchas

¿Encuentras difícil guardar los mandamientos de Dios? No te sientas del todo solo. Es totalmente imposible triunfar por ti mismo, y Dios no espera que lo hagas. ¡Necesitas ayuda! Pero ¿A quién vas a recurrir?, Dios el Padre está en los cielos, Dios el Hijo está sentado a su derecha. Tu necesitas un amigo aquí y ahora mismo, y la persona de la Trinidad que está morando ahora mismo aquí en la tierra es el Espíritu Santo. Él es quien tu necesitas desesperadamente conocer. Si haces una encuesta y le preguntas a la gente qué es lo que más desean de Dios, la contestación más probable sería: «yo deseo que Dios se agrade de mí» y eso es lo que Dios le prometió al profeta Ezequiel. Dios le dijo:
«Eze 39:29  Ni esconderé más de ellos mi rostro;  porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa de Israel,  dice Jehová el Señor.»

Desde el momento en que el Espíritu Santo viene a ser parte de tu vida, Dios comenzará a mirar en tu dirección. Su rostro comenzará a brillar sobre ti. El gran deseo del Padre es que tu lo recibas, que seas lleno de Él, y tengas comunión con Él. Eso lo hace feliz.

Te comparto una canción en portugués de un artista llamado Thalles Roberto, y su canción "una historia escrita por el dedo de Dios"